Unidad de Seguimiento secuelas post covid-19
Hospital Cruz Roja de Córdoba
Testimonio de Esperanza Aguado, paciente Covid-19
Con 28 años, sana y sin patologías previas, Esperanza siempre pensó que de contagiarse por Covid-19 sería algo pasajero y llevadero, como muchos otros jóvenes. Sin embargo, no por eso escatimó esfuerzos a la hora de cuidarse y protegerse. Además, como Coordinadora de Consultas Externas del Hospital, debía extremar las medidas por los pacientes, por sus propios compañeros y por ella misma.
Pese a todo ello, la agudeza de este virus, estuviera donde estuviera, dio con ella y la contagió. Después de casi dos meses, sigue con algunas secuelas.
Los primeros síntomas, nos cuenta, fueron dolor de garganta y cansancio, algo leve que no le hizo alarmarse. Sí empezó a hacerlo cuando con el paso de las horas, fue sintiéndose algo peor: el dolor de cabeza se agudizó y el termómetro indicaba algunas décimas. Décimas que fueron subiendo, a lo que se sumó la aparición de una tos bronca y persistente.
No lo pensó dos veces. Acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Cruz Roja de Córdoba, donde le realizaron la prueba pertinente que confirmó el positivo por Covid-19. Tratamiento para ello y a casa.
En los siguientes días, parecía que los síntomas iban remitiendo, aunque sí había perdido por completo el olfato y el gusto y el dolor de cabeza era constante. Sin embargo, no se encontraba del todo mal, hasta el punto de que realizaba incluso ejercicios para no perder tono muscular.
Sin embargo, a los 7 u 8 días, la situación empeoró. “Me costaba hablar, me ahogaba y tenía una tos muy fuerte…”, nos cuenta. Acudió inmediatamente al Hospital, ya con una fuerte presión en el pecho y taquicardia, sin haber hecho ningún esfuerzo. Se le hizo un TAC que confirmaba una neumonía. Fue cuando la ingresaron.
Estuvo ingresada 8 días. Los valores, al principio algo descompensados, empezaron a normalizarse con el paso de días. Se sentía mejor pero con mucho cansancio y pesadez en las piernas. Estas perdieron mucha masa muscular en muy poco tiempo.
Desafortunadamente, en casa no fue la única contagiada. Sus padres también y así como su padre fue evolucionando bien, su madre también tuvo que ser ingresada y fue evolucionando pero con mucha lentitud. Pese a que a Esperanza le dieron el alta, ella se quedó con su madre como acompañante.
Por fin, pudo irse a casa. Todo parecía ya más o menos normal cuando a los tres días, aparecen unos dolores agudos musculares, sobre todo en rodillas y piernas. “No me quiero ni acordar. Era como si me estuvieran retorciendo las rodillas y luego se pasaba a los tobillos…”, nos cuenta Esperanza. Es de los síntomas más dolorosos que recuerda. Afortunadamente, a los días desparecieron.
Quedaba el cansancio y la pesadez en las piernas. Podía andar pero le costaba mucho subir cualquier escalón. Se preguntaba qué le pasaba en las piernas y se llegó a preocupar. Nunca había vivido una situación igual, pero eran solo secuelas.
Ahora persisten algo los dolores de cabeza pero ya van remitiendo. Desde la Unidad de seguimiento de secuelas post-Covid del Hospital, se le está realizando, a ella y a su madre, un seguimiento exhaustivo por parte del neumólogo y los especialistas en medicina interna. Y a su madre, también psicológico ya que después de lo vivido, tiene miedo y está dotándose de herramientas con el Servicio de psicología del Hospital y Claudia Carmona, para superarlo.
Esperanza no quiere dejar pasar la ocasión de dar las gracias a todo el personal del Hospital que les han tratado y cuidado. “Solo tengo palabras de agradecimiento. Estaban pendiente constantemente de nosotras… Han sido un apoyo muy importante”.
Tampoco quiere dejar de advertir a los jóvenes como ella y a toda la población en general de la gravedad de esta enfermedad y de la importancia de que sigamos siendo responsables y prudentes, adoptando todas las medidas de protección que están a nuestro alcance, sin dejar de bajar la guardia.
Un típico caso de una paciente joven sin factores de riesgo que desarrolla un cuadro grave de SARS-COV2
Dr. Rafael Machín
Médico especialista del Servicio de Urgencias
El caso de nuestra compañera Esperanza es el típico de una paciente joven sin factores de riesgo que desarrolla un cuadro grave de SARS-COV 2 con neumonía bilateral por COVID-19 y presencia de gran sintomatología acompañante y de una recuperación lenta con limitación importante de sus actividades de la vida diaria que le han mantenido de baja laboral durante un periodo prolongado de tiempo.
Esperanza ha presentado todos los síntomas mayores del SARS COV-2 como son fiebre alta, disnea, dolor torácico y taquicardia, todos asociados a Neumonía COVID-19, así como los síntomas menores como cansancio, debilidad, dolores musculares y de articulaciones generalizados, pérdida de gusto, de olfato y cefalea.
Vídeo
Seguimiento de secuelas post Covid-19
El Dr. Javier Redel, neumólogo del Hospital, nos explica en este vídeo en qué consiste el seguimiento en pacientes post-covid 19.
Unidad de Seguimiento de secuelas post Covid-19 Córdoba – Hospital Cruz Roja de Córdoba
Consulta especialistas en pacientes con secuelas de la covid-19
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