Aunque el diagnóstico del Parkinson se basa principalmente en hallazgos clínicos y en un examen neurológico, los estudios de Neuroimagen y Neurofisiológicos pueden ayudar a identificarlo mucho antes.
En el caso de la neurofisiología clínica, ésta ayuda al diagnóstico, seguimiento y tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Pruebas diagnósticas para el Parkinson
El diagnóstico neurofisiológico y el seguimiento de la enfermedad pasa por:
- La realización de potenciales evocados, principalmente el estudio de la P300 para valorar la capacidad cognitiva. Son un conjunto de procedimientos diagnósticos que estudian distintas funciones cerebrales, mediante la valoración de la respuesta eléctrica que en la corteza cerebral provocan distintos estímulos externos (visuales, auditivos, eléctricos, etc).
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La realización de estudios electromiográficos para valorar la bradicinesia, es decir, la lentitud de movimientos voluntarios, y el temblor.
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Estudios de estimulación magnética transcraneal para estudiar la corteza motora.
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Estudios de disfunción del sistema nervioso autónomo mediante, entre otras pruebas, la respuesta simpática cutánea refleja.
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Y estudios del sueño (polisomnografía nocturna) por cursar esta enfermedad con trastornos de la conducta durante el sueño REM.
Tratamiento del Parkinson
El tratamiento del Parkinson es fundamentalmente médico, aunque las técnicas neurofisiológicas actuales, como la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr), ayudan a un mejor control de la enfermedad para disminuir los síntomas, principalmente el temblor, la lentitud del movimiento, la rigidez, la coordinación, la depresión y los trastornos del sueño.
Neurofisiología Córdoba – Hospital Cruz Roja Córdoba
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