“Me dirijo de un modo personal a la dirección de este Hospital que despierta en Córdoba tantos afectos”.
Me he visto en un plazo de cuatro meses obligado a acudir en dos ocasiones a su servicio de Urgencias. La situación era para mí bastante nueva, pero la creí necesaria en las dos y por distintos motivos.
La primera dolencia, en plena noche de sábado santo, se presentó con mareos. La Doctora Inmaculada Ruiz Díaz, me sometió con sosiego a una tanda de pruebas y análisis dando con algo que yo no había tenido nunca y que en ese momento no me imaginaba. Me demostró con una radiografía la causa del mal, recetó unos medicamentos de urgencia que, en el plazo de muy pocos días me llevaron a la normalidad sin olvidar que su causa viene del deterioro que la edad lleva consigo.
Mi reacción fue de confianza a pesar de la sorpresa. En menos de dos horas, me demostró que algo estaba mal que algo estaba mal y que era necesario cuidarlo. Se fueron las molestias en poco tiempo y aprendí que el cuerpo se desgasta. Fue una investigación médica rápida y eficaz. Me quedé muy agradecido por su trabajo y por la atención personal.
Tres meses después, al final de una tarde, volví al servicio de Urgencias por molestias en un brazo sospechando y deseando que fueran de una picadura.
Me atendió la Doctora Antonia Relaño Moyano, que hizo varias pruebas y encargó una ecografía. Cuando lo tuvo todo, y sin dramatizar nada, me dijo que no me dejaba salir y que iba a dormir en el hospital. Lo vi lógico y prudente ante los riesgos que podrían presentarse. Se inició la medicación de forma urgente y poco después, estaba en la cama convencido de que se había hecho lo necesario para evitar males mayores. Dormí tranquilo y en los dos días siguientes, se realizaron las pruebas pertinentes para cerrar la investigación necesaria.
Esta actuación tiene el mismo acierto que la anterior y hago de ella como paciente la valoración de llevarme a aceptar una situación engorrosa con la calma necesaria.
Un servicio de Urgencias en males de este tipo no suele llegar al fondo, pendiente aún de otras pruebas. Me sentí beneficiario de un trato humano y una sabiduría médica inteligentemente aplicada. Quiero dar las gracias a las dos profesionales que me pusieron en el camino de recuperar la salud sin perder la calma.
Deseo hacer constar que un Servicio de Urgencias con este nivel, nos hace a todos mejores.
P.M.M.