La Dra. Macarena Ávila Pérez, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, lleva años dedicada a realizar cirugía estética de la mama (aumento, elevación, reducción, etc.), cirugía corporal (liposucción, abdominoplastia, corrección de diástasis de rectos, lifting de muslos, etc.), cirugía facial (cirugía de párpados, otoplastia, rinoplastia, etc.) o cirugía íntima, entre otras.
También realiza cirugía reconstructiva y reparadora, que permite restaurar en la mayor medida posible la función e imagen previa a enfermedades o procesos traumáticos y oncológicos de los pacientes.
Doctora, ¿cuál es la cirugía estética más demandada en la actualidad?
Sigue siendo la mamoplastia de aumento (aumento de pecho) y cada vez más, la elevación o mastopexia, ya que después del embarazo y lactancia o de una importante pérdida de peso, los senos pierden turgencia y se caen.
La liposucción es la segunda intervención más demandada, focalizada en eliminar el exceso de grasa de alguna parte concreta del cuerpo.
En cuanto a cirugía facial, la rinoplastia es la cirugía que más se realiza por cuestiones estéticas y por dificultades para respirar. Por otro lado, destaca el incremento de blefaroplastias tras la pandemia de Covid-19 (intervención que se realiza para suprimir el exceso de piel y grasa de los párpados), debido a que las mascarillas cubren casi todo el rostro excepto los ojos.
¿Qué perfil de pacientes solicitan este tipo de cirugía?
El perfil es muy diverso según el tipo de cirugía solicitada.
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Pacientes más jóvenes, entre 18-30 años, demandan cirugías de aumento mamario, otoplastias, rinoplastias, etc.
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Entre los 35-45 años, aumenta el número de mastopexias, mastopexia con aumento, reducción mamaria, etc.
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Y entre los 45-65, sobre todo cirugía de párpados (blefaroplastia), liposucción y abdominoplastia.
Aunque la mayoría de pacientes son mujeres, el número de hombres que se interesan por la cirugía estética va en aumento.
¿Por qué causas suele realizarse este tipo de cirugías estéticas?
Por predisposición genética, por el paso del tiempo, tras el embarazo y la lactancia, por modificaciones en los hábitos de vida, enfermedades, etc. Sufrimos cambios físicos que pueden hacernos sentir menos seguros o incómodos con nuestro aspecto.
Desde mi experiencia conozco la importancia de realizar una valoración individualizada, contando activamente con los deseos del paciente y adecuándolos a su biología, para lograr siempre los resultados más naturales posibles y que hagan de la intervención no solo un acto quirúrgico, sino una relación cirujano-paciente de entendimiento, confianza y seguridad.
¿Cómo afectaría una cirugía de mama a un posterior embarazo, lactancia o mamografía?
No hay contraindicaciones para quedarse embarazada por llevar prótesis o someterse a cirugías de mama. Lo que sí se recomienda, es dejar pasar al menos un año tras la cirugía para que los tejidos se adapten y cicatricen previamente a los cambios que se producen durante el embarazo.
Respecto a la capacidad de lactar tras la cirugía de mama, ésta va a depender de la técnica utilizada, aunque por norma general la mamoplastia de aumento no impide la lactancia. Es cierto que tras reducciones mamarias o cirugías que requieran mucha remodelación del tejido glandular, sí se pueden comprometer los conductos mamarios y crear limitaciones o imposibilitarla.
En cuanto a las pruebas diagnósticas, lo único que se debe hacer ante una mamografía es comentar que se es portadora de prótesis, ya que la técnica y la colocación de la mama se hace de manera ligeramente diferente.
¿Hay riesgos asociados a este procedimiento quirúrgico?
Toda cirugía entraña riesgos, pero estos se minimizan siendo sistemáticos, meticulosos y contando con un buen equipo profesional y material. Tomar la decisión de operarse puede ser difícil por ciertos temores o incertidumbre, por ello es fundamental tener la confianza del paciente y acompañarlo en todo el proceso. Desde un buen asesoramiento para tomar la determinación sobre qué conviene tratar, cambiar o reparar, resolver las dudas que surjan, y de ahí hasta la recuperación y adaptación tras la cirugía.
¿Y en cuanto a la recuperación?
La recuperación en la mayoría de cirugías estéticas y reconstructivas permiten que en pocos días el paciente sea independiente para sus actividades básicas, y en dos semanas esté recuperado prácticamente para casi todo (pasear, salir, ir a clase, trabajos rutinarios, etc). El tiempo estimado para volver a realizar actividades deportivas y trabajos que impliquen mayores esfuerzos físicos, es aproximadamente de un mes, siempre empezando con una intensidad menor que progresivamente se vaya aumentando.