Hospital Cruz Roja de Córdoba
¿Qué es la gingivoestomatitis herpética y qué lo causa?
La gingivoestomatitis herpética es la manifestación clínica más frecuente de la infección primaria del virus del herpes simple tipo 1 (VHS- 1) – el mismo que produce los herpes labiales recurrentes- en la infancia, produciendo lesiones orales ulcerativas muy dolorosas.
VHS-1 – Virus del herpes simple
Cuando el VHS-1 infecta por primera vez en la infancia puede pasar desapercibido o provocar síntomas inespecíficos como un cuadro catarral, faringitis o fiebre sin foco aparente.
Virus VHS-1 en niños
En un 25-30% de los niños puede manifestarse en forma de gingivoestomatitis.
Enfermedad contagiosa
Transmisión directa
Es muy contagiosa, la transmisión suele ocurrir de forma directa por gotitas de saliva o contacto directo con las secreciones de personas infectadas como padres o cuidadores que presentan reactivación de algún herpes labial o a través de otros niños infectados.
Transmisión indirecta
También puede contagiarse de forma indirecta a través de contacto con utensilios contaminados (cubiertos, vasos, etc.).
No se ha demostrado predominio estacional, aunque vemos más casos en verano probablemente debido a la reactivación de herpes labiales recurrentes debido sol y el calor favoreciendo el contagio.
¿Cuáles son los síntomas?
El periodo de incubación suele oscilar entre 2 días y 2 semanas con una media de 4 días. Los síntomas consisten en:
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Fiebre elevada (38.5-40ºC) de difícil control que puede durar entre 4 y 8 días.
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Malestar general, cefalea e irritabilidad.
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Halitosis (mal aliento) y salivación excesiva.
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Aparición de lesiones orales: comienzan como vesículas localizadas en paladar blando, duro, amígdalas, lengua, mucosa oral y encías que posteriormente se ulceran produciéndose aftas muy dolorosas en ocasiones de gran tamaño que suelen desaparecer entre los 12 y 18 días.
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Gingivitis: importante inflamación de encías que en ocasiones envuelve los dientes, produciendo sangrados y mucho dolor.
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Adenopatías cervicales dolorosas.
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Rechazo a la ingesta de alimentos, y en ocasiones hasta de líquidos por intenso dolor en ocasiones por tiempo prolongado (hasta 2 semanas).
Duración de la enfermedad
La duración de esta enfermedad es de 10 a 18 días y la excreción viral persiste hasta la resolución de las lesiones.
Incidencia y perfil paciente
Es una enfermedad propia de la infancia, más frecuente en lactantes y niños menores de 6 años. Sin embargo, aunque más infrecuente, se han descrito casos en adolescentes y adultos.
Una vez sanado, ¿puede darse otra vez?
Después de ocurrir la infección primaria, el VHS-1 queda almacenado en el cuerpo a nivel del ganglio del nervio trigémino donde permanece en estado latente hasta que se reactiva.
La reactivación puede ser inducida por la exposición a la luz solar, el frío, traumatismos locales, menstruación, infecciones o estados de inmunosupresión y puede ocurrir en la cavidad oral (estomatitis recurrente) o en los labios (herpes labial).
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico suele ser clínico, al observar durante la exploración clínica las lesiones orales ulcerativas típicas de esta enfermedad.
En casos excepcionales en los que sea necesario confirmar la etiología, el VHS-1 puede diagnosticarse mediante:
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Cultivos virales (secreciones orales)
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Serología (muestra de sangre)
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Otras técnicas más específicas como PCR del virus
¿Cuál es el tratamiento de la gingivoestomatitis herpética?
Hidratación
En cuanto a las medidas no farmacológicas se recomienda la ingesta abundante de líquidos para evitar la deshidratación siendo necesario en ocasiones ofrecer suero oral a demanda. Además se recomienda evitar alimentos muy calientes, salados o ácidos ya que empeora el dolor.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento principal consiste en el manejo del dolor con analgésicos orales como el Ibuprofeno o paracetamol durante 2-3 días, así como tratar de forma local las lesiones con soluciones tópicas que contengan ácido hialurónico como el Aloclair plus spray entre otras.
Además en caso de dolor intenso se puede utilizar anestésicos tópicos en concentraciones bajas como los geles orales de lidocaína al 1%, sin embargo no se aconseja su uso de forma rutinaria por los posibles efectos adversos asociados.
El uso de antivirales por vía oral como es el Aciclovir se reserva para casos más graves con numerosas lesiones orales que imposibiliten la ingesta de líquidos con riesgo de deshidratación, sobre todos aquellos que requieran ingreso. Ha demostrado utilidad en estudios si se administra las primeras 72 horas desde el inicio de los síntomas acortando la duración de la fiebre, reduciendo la aparición de lesiones orales y mejorando a su vez la ingesta oral.
¿Cuáles son las complicaciones?
La principal complicación es la deshidratación debido al rechazo a la ingesta de alimentos incluyendo líquidos por dolor.
Otras complicaciones poco frecuentes son:
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Queratitis herpética (afectación ocular) o Paroniquia (infeccion alrededor de las uñas) por autoinoculación del virus a partir de las lesiones orales.
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Esofagitis, epiglotitis o neumonitis (especialmente en niños inmunocomprometidos).
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Encefalitis por el virus del herpes simple (VHS).
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Eczema herpeticum en niños con dermatitis atópica u otras enfermedades cutáneas de base.
Medidas de prevención
Al ser una enfermedad infectocontagiosa se aconseja:
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Evitar llevar a los niños diagnosticados de esta patología al colegio o a guarderías para evitar la diseminación entre los compañeros de clases.
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En caso de que alguno de los cuidadores (padres, abuelos, etc.) presenten un herpes activo (labial o en alguna otra zona) evitar el contacto estrecho con el niño, incluyendo compartir fómites (vasos, cubiertos, etc.) hasta que haya desparecido la lesión.
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Adecuada higiene de manos tras contacto con alguna persona infectada.
Urgencias pediátricas
¿Cuando se aconseja acudir a urgencias?
Si su niño presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
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Fiebre alta (38,5-40 ºC) durante 2-3 días de difícil control.
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Malestar general o irritabilidad.
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Aparición de dolor en la boca y excesiva salivación junto con presencia de aftas (llagas) en cavidad oral (lengua, encías, labios, etc.) y/o gingivitis.
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Rechazo a la ingesta de alimentos, principalmente si rechaza los líquidos por riesgo de deshidratación.