La mitad de las personas con más de 65 años, sufren pérdida de audición
1 de cada 10 personas tienen este problema auditivos y no lo saben
Hemos hablado con el Dr. José Francisco Padilla, otorrinolaringólogo del Hospital sobre las posibles causas de la pérdida de audición.
Doctor, la pérdida auditiva o hipoacusia no es un problema exclusivo de las personas mayores, ¿verdad?
No, en absoluto. Existen sorderas congénitas, personas que ya nacen sordas o adquiridas, tanto en la edad infantil debido a infecciones como en la madurez, por problemas de conducción del sonido que se van adquiriendo en esta etapa. Y sí, en personas mayores de 60 años es frecuente debido al desgaste sensorial.
¿Qué puede motivar la pérdida de audición?
Hay diferentes causas para la hipoacusia:
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Causas genéticas o adquiridas.
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Por exposición a ruido.
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Infecciones en el oído.
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Pérdida sensorial progresiva.
Otras posibles:
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La acumulación gradual de cerumen, que puede provocar un problema de transmisión del sonido
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Infecciones del oído
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Bultos anormales o tumores en el hueso
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Un tímpano roto debido, por ejemplo, a estallidos, cambios repentinos en la presión, traumatismos con algún objeto como bastoncillos, o infecciones que pueden afectar al tímpano.
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Y el uso de medicamentos ototóxicos, a veces de uso hospitalario como quimitioterapia/radioterapia pero también más comunes como abuso prolongado de antiinflamatorios y como curiosidad la bebida excesiva de tónica
¿Cómo saber que no escuchamos bien?
Hay algunas señales que nos pueden hacer sospechar de nuestra pérdida de audición como:
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Cuando progresivamente vamos subiendo el volumen de la televisión o de la radio.
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Cuando tenemos dificultad para comprender palabras o para oír consonantes.
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Cuando pedimos a los demás que hablen más alto o más lento.
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Cuando nos abstenemos de participar en las conversaciones, evitamos algunos entornos sociales o sonreímos sin motivo, para tratar de evitar que se den cuenta de que no entendemos lo que nos dicen y por vergüenza de pedir que nos repitan las palabras o hablen más alto.
¿Solemos acudir al otorrino en estos casos?
La audición es un sentido fundamental, más que la vista en orientarnos en el espacio, entorno, desarrollo… estamos preparados desde nuestra evolución más primitiva a captar sonidos para sobrevivir de una presa, o poder cazar, huir, desarrollarnos con nuestra comunidad…
Así como está muy extendido ir al oftalmólogo cuando notamos pérdida de visión, es menos frecuente acudir al especialista en el caso de pérdida de audición.
A veces se subestiman estos problemas de audición, sobre todo en personas mayores que “se resignan” porque lo consideran normal por el envejecimiento. Y lo es, pero hay fórmulas para evitar su evolución y para mejorar su calidad de vida.
Es muy importante que si hay una pérdida de audición súbita, se busque atención médica de forma inmediata, porque hay que descartar cuanto antes que se deba a un problema más grave.
¿Hasta qué punto es importante acudir al otorrinolaringólogo? ¿Qué hará en estos casos?
Aquellas personas que notan despistes cada vez más frecuentes, o que tengan síntomas como ruidos.
Investigaciones recientes sugieren que tratar la pérdida de audición puede tener un efecto positivo para evitar la pérdida de deterioro cognitivo, como el Alzheimer y otros deterioros cognitivos especialmente relacionados con la memoria. Si acudimos a tiempo, podemos ralentizar ese deterioro.
Los especialistas en otorrinolaringología somos los responsables de realizar anamnesis, exploración otológica, recomendar estudio audiométrico – que realizamos todo en un mismo día en el hospital- a veces con más pruebas complementarias y valorar si el tratamiento es quirúrgico, o si se puede adaptar un audífono.
Según la causa que origine, el tratamiento estaría enfocado a un tratamiento quirúrgico, médico o recomendación de que se ponga un audífono para mejorar su calidad de vida, y para evitar que progrese su aislamiento social.
¿Qué debemos hacer para evitar la pérdida de audición o hipoacusia?
Las personas con predisposición a infecciones crónicas en el oído:
- Deben evitar la entrada de agua y la exposición al ruido. Deben por tanto usar tapones adaptados y controlarse la audición mediante pruebas.
En líneas generales:
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Debemos evitar la exposición prolongada a ruidos intensos.
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Hacernos revisiones periódicas de audición al menos 1 vez al año si hay ya alguna pérdida de audición por pequeña que sea.
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Respecto al uso de auriculares, ahora existen aplicaciones que limitan los decibelios para proteger el oído.