Hospital Cruz Roja de Córdoba

Según la Guía española para el manejo del asma, “Desde un punto de vista pragmático, se la podría definir como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, en cuya patogenia intervienen diversas células y mediadores de la inflamación, condicionada en parte por factores genéticos y que cursa con hiperrespuesta bronquial y una obstrucción variable del flujo aéreo, total o parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente”.

Niño asmático

De forma más sencilla, consideramos asmáticos a los niños que tienen broncoespasmos (también llamados bronquitis asmáticas o crisis de asma) de repetición. Y bien, ¿qué es un broncoespasmo?…

Brocoespasmo

El aire que respiramos ha de llegar al alvéolo pulmonar, donde se realiza el intercambio gaseoso (el oxígeno del aire pasa a la sangre, y el CO2 de la sangre pasa al aire para eliminarlo). En su camino hacia el alvéolo pulmonar, el aire pasa por las vías aéreas: fosas nasales, faringe, laringe, tráquea y bronquios. Los bronquios son una estructura con forma de tubo, unos “tubos” por los que pasa el aire, y están rodeados por un tejido muscular. En ocasiones, debido a la reacción desproporcionada frente a un determinado estímulo, este tejido muscular se contrae alrededor del bronquio disminuyendo su calibre, por lo que el aire tiene que pasar por un “tubo” más estrecho de lo normal.

Síntomas asma infantil

1- Tos seca

En primer lugar, este proceso es en sí irritativo y produce tos, característicamente seca. Esta tos asmática puede sucederse en cualquier momento del día pero es característico que se presente por la noche o de madrugada.

2- Dificultad respiratoria

En segundo lugar, si el bronquio se estrecha mucho el aire que llegará alvéolo no será suficiente, se tendrá dificultad respiratoria (sensación de falta de aire o de “ahogo”), por lo que se activarán mecanismos para compensar:

1) Aumentará la frecuencia respiratoria (es decir, se respirará más rápido)

2) se utilizarán los músculos respiratorios accesorios (para respirar “más fuerte” y vencer la resistencia que supone para el aire tener pasar por un bronquio muy estrecho) dando lugar a lo que conocemos como tiraje, que puede apreciarse visualmente al ver cómo se “respira con la barriga” (debido a la acción del diafragma), cómo “se meten las costillas hacia dentro” al respirar (debido a la acción de los músculos intercostales) y cómo “se hunde el cuello hacia dentro” al respirar.

3- Silibancias o “pitos”

En tercer lugar, si el bronquio se estrecha lo suficiente, el aire emitirá un sonido al pasar por él, lo que llamamos sibilancias o “pitos”.

Es importante matizar que aunque cabe pensar que los broncoespasmos con sibilancias sean más graves porque requieren un bronquio muy estrecho, en los broncoespasmos más severos el bronquio se estrecha tanto que el aire apenas puede atravesarlo y no llega a emitir ningún sonido. Por eso, el síntoma más indicativo de la gravedad de un broncoespasmo es la dificultad respiratoria.

Asma infantil

El síntoma más indicativo de la gravedad de un broncoespasmo es la dificultad respiratoria.

¿Qué causa el asma?

 La causa del asma no está completamente definida. Se sabe que en ella influyen tanto factores genéticos como ambientales. Y se sabe que en los bronquios de los pacientes asmáticos existe una inflamación crónica, que predispone a los bronquios a estrecharse ante determinados estímulos que varían de un paciente a otro y también de un momento a otro de la vida del mismo paciente. Estos estímulos pueden ser variados: infecciones respiratorias, alergias, ejercicio, frío, emociones... La diana terapéutica en el tratamiento del asma es actuar sobre los mediadores de esta inflamación crónica bronquial, de tal forma que los bronquios no estén dispuestos a contraerse a pesar de un estímulo.

¿Se es asmático siempre?

La respuesta es complicada. Una persona que haya presentado dos o más broncoespasmos, es significativamente más susceptible de presentar nuevos episodios que alguien que no ha presentado ninguno o alguien que ha presentado uno sólo. Y esa susceptibilidad, en teoría, dura toda la vida. Pero para presentar un broncoespasmo hacen falta dos factores:

  • Que los bronquios estén predispuestos (por inflamación crónica)

  • Que haya un estímulo que lo desencadene

Como mencionábamos más arriba, la inflamación crónica de los bronquios oscila a lo largo del tiempo, siendo insignificante en algunos periodos que pueden durar incluso de años, o incluso en muchos desaparecer definitivamente. Por ejemplo, es frecuente que en el asma infantil que comienza temprano y que se asocia fundamentalmente a infecciones respiratorias los niños dejen de presentar broncoespasmos entre los 2 años y la adolescencia y no vuelvan a presentar ningún episodio más. En cambio, algunos de ellos vuelven a presentar episodios varios años después en relación con el desarrollo de alergias, o con el ejercicio. En los casos en los que se dejan de presentar broncoespasmos y se deja de precisar medicación, es importante que a pesar de que pase el tiempo sepan identificar los síntomas, tengan fácil acceso a medicación broncodilatadora y consulten en caso de recaída.

¿Qué prevalencia tiene en la población infantil?

La prevalencia de asma infantil en España es del 10 %, similar a la de la Unión Europea, siendo mayor en las zonas costeras. Las diferencias de prevalencia han sido explicadas en relación con:

  • Factores genéticos

  • Proporción de población inmigrante

  • Factores medioambientales

  • Factores organizativos

  • Factores asistenciales de los distintos Servicios Autonómicos de Salud

¿Cuándo no es asma?

El diagnóstico diferencial del asma es muy amplio y requiere valoración por un especialista. Incluye causas potencialmente graves, y el mismo asma es potencialmente grave per sé. Incluso dentro del diagnóstico diferencial hay causas que de hecho empeoran con el tratamiento habitual de una crisis de asma, como es el caso de la cetoacidosis diabética. Por todo ello, ante la sospecha de asma, debe consultarse.

Diagnóstico 

El diagnóstico de asma es un diagnóstico clínico, en especial en niños puesto que en muchas ocasiones carecen de la capacidad de colaboración necesaria para la realización de pruebas funcionales respiratorias. Se debe considerar ante síntomas y signos clínicos de sospecha, como sibilancias (el más característico), dificultad respiratoria y tos (fundamentalmente seca). Éstos son habitualmente variables, de predominio nocturno o de madrugada, provocados por diferentes desencadenantes (infecciones víricas, alérgenos, humo del tabaco, ejercicio, emociones, etc.). Las variaciones estacionales y los antecedentes familiares y personales de atopia son aspectos importantes a considerar.

Tratamiento asma en niños

En cuanto al tratamiento, es importante distinguir dos partes:

  • Tratamiento agudo: Tratamiento de los broncoespasmos o crisis de asma

Cuando se produce un broncoespasmo, hay que volver a “abrir” los bronquios con fármacos broncodilatadores. En asmáticos conocidos se les instruye a los padres en cómo empezar a tratar esto en una primera fase con medicación domiciliaria, y se les dan instrucciones de cuándo deben acudir a Urgencias. No obstante, es importante señalar que siempre, se tenga experiencia o no en el manejo de broncoespasmos, ante la duda se debe consultar en Urgencias, ya que un broncoespasmo es una situación potencialmente grave, y salvo casos leves precisa monitorización y tratamiento hospitalario.

  • Tratamiento crónico o de mantenimiento: tratamiento de la inflamación bronquial crónica

La inflamación bronquial crónica es la causa de la predisposición a que se produzcan los broncoespasmos. Existen varios tratamientos que controlan esta inflamación, y son tratamientos crónicos que deben administrarse todos los días durante un periodo de tiempo determinado. Este periodo de tiempo varía entre meses y años, si bien en la consulta del Neumólogo Infantil el tratamiento se va modificando según la evolución, aumentándolo, disminuyéndolo, o incluso supendiéndolo en las épocas en las que no sea necesario, hasta la resolución del asma.

Recomendaciones generales frente al asma infantil

  • Ante la sospecha de un niño presente alguno de los síntomas de asma (dificultad respiratoria, sibilancias, tos seca), en especial dificultad respiratoria (aumento de la frecuencia respiratoria y tiraje) se debe acudir a Urgencias.
  • El síntoma más importante para evaluar la gravedad de una crisis de asma es la dificultad respiratoria. En ocasiones, hay familias que disponen de pulsiómetro en casa, lo utilizan ante una crisis de asma y ven que marca buena saturación de oxígeno en sangre, con lo que le restan importancia. Pero es un error: si existe dificultad respiratoria importante, muy probablemente el valor de oxígeno en sangre es adecuado solo debido al esfuerzo extra que hace, realizando los músculos respiratorios para compensar, y ese esfuerzo puede agotarse en cualquier momento.

  • Si un niño ha presentado varios episodios de broncoespasmo, se recomienda seguimiento por un Neumólogo Infantil, ya que es probable que el diagnóstico sea asma y es posible que se deba instaurar un tratamiento de mantenimiento.

  • Los niños asmáticos pueden y deben hacer ejercicio con regularidad, igual que el resto. Fuera de los episodios de broncoespasmo presentan capacidades funcionales completamente normales y pueden realizar deporte de competición como cualquier otro niño.

  • Es muy importante respetar en los niños con diagnóstico de asma, un ambiente sin humos, en especial el humo del tabaco, que influye de forma muy significativa en la inflamación crítica, dificulta el control y facilita el desarrollo de las crisis.

  • En los niños que lleven un largo periodo de tiempo sin presentar un broncoespasmo a pesar de no necesitar medicación de mantenimiento ni seguimiento en Neumología Infantil, es recomendable que tengan a mano su medicación broncodilatadora, en especial si viajan a lugares de difícil acceso a ella.