Obesidad mórbida
La obesidad es actualmente la enfermedad más prevalente en nuestro país
La genética, los factores ambientales y la epigenética influyen en su desarrollo
¿A qué llamamos obesidad y obesidad mórbida?
La obesidad es una enfermedad que se define a partir de un parámetro matemático, el Índice de Masa Corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso, expresado siempre en kilogramos, entre la altura, siempre en metros al cuadrado.
Tipos de obesidad según IMC
Cuando el IMC es superior a 30 consideramos que existe obesidad, estableciendo a partir de ahí diferentes grados en la misma. La obesidad grado 1, que sería la menos grave, se da cuando el IMC está entre 30-35. El grado 2 entre 35 y 40, el grado 3 entre 40 y 45. Y a partir de 45, consideramos que existe obesidad grave o mórbida.
¿Cuánto pesaría una persona con obesidad mórbida?
Como hemos dicho anteriormente, una persona tiene obesidad mórbida si el IMC es igual o superior a 45, la obesidad mórbida dependerá de la altura del paciente. De este modo, para saber si la obesidad es mórbida multiplicaríamos 45 por la altura del paciente al cuadrado, si la persona mide 1,70 metros, pesaría 130 kilogramos (45×1,7×1,7).
¿Cuáles son las causas de la obesidad mórbida? ¿Existe algún componente genético?
La obesidad es una enfermedad multifactorial, en la que influyen, entre otros factores, la genética. Por ejemplo, si en la familia hay antecedentes de diabetes, probablemente existirá un mayor riesgo de obesidad.
También influye un componente ambiental, como las costumbres o los hábitos de vida, que pueden o no derivar a la persona hacia una obesidad.
Por último, entre los factores genéticos y ambientales se encuentra la epigenética, que podemos definir como la influencia de los factores ambientales en nuestra genética. Por ejemplo en el caso de personas con una base genética de obesidad, si mantiene unos hábitos de vida saludables, es muy probable que no desarrolle la enfermedad, o que la desarrolle de una forma no tan grave
¿Qué incidencia tiene en la población?
La obesidad es actualmente la enfermedad más prevalente en nuestro país. Además de ser la más infradiagnosticada y por tanto menos tratada.
Este infradiagnóstico se debe en parte al paciente, que a veces no es consciente de que padece una enfermedad, y por tanto, ni acude a consulta ni se cuida de las consecuencias asociadas que conlleva la obesidad.
En cuanto a nosotros, los especialistas, debemos tomar consciencia de la prevalencia de esta enfermedad y realizar siempre un diagnostico contando con todos los factores. Por ejemplo, se da el caso de encontrarnos con pacientes que padecen diabetes, hipertensión etc. Y sin embargo no diagnosticamos obesidad. Para hacerlo, deberíamos comenzar por medir, especialmente en los ingresos hospitalarios, el peso y el tamaño para, de esta forma, mejorar el diagnóstico.
¿Qué pruebas se realizan para diagnosticar la enfermedad?
En primer lugar, como comentábamos, el IMC es esencial y muy sencillo. Una vez clasificado el grado de obesidad, debemos estudiar las posibles comorbilidades metabólicas u otras enfermedades asociadas a la obesidad.
Con todos estos datos debemos hacer una valoración global y calcular o estratificar el posible riesgo cardiovascular del paciente.
¿Qué trastornos adicionales puede acarrear esta enfermedad?
Las enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad más prevalentes son: diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, esteatosis hepática no alcohólica (hígado graso) y el síndrome de apnea del sueño. También es muy común la patología articular degenerativa empeorada por la obesidad (prótesis de rodilla, cadera).
Tampoco podemos olvidarnos de la repercusión de la obesidad en el estado de ánimo y en la esfera psicológica. Síntomas como la ansiedad y el estado de ánimo depresivo, son muy frecuentes y necesitan de control farmacológico en un alto porcentaje de pacientes. Por otro lado, estos síntomas psicológicos pueden empeorar la conducta alimentaria.
Obesidad mórbida – Tratamiento para adelgazar
¿Cómo se trata la obesidad mórbida?
El tratamiento es escalonado según la gravedad de la obesidad y las comorbilidades asociadas:
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Estilos de vida saludables (alimentación basada en dieta mediterránea y actividad física)
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Tratamiento farmacológico. Y en el caso de que estos dos mecanismos no funcionen, pasaríamos al último escalón.
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Técnicas quirúrgicas o cirugía bariátrica (Gastrectomía vertical o bypass gástrico, ambos realizados por laparoscopia) o técnicas endoscópicas (balón intragástrico).
Hay que cuidar que el tratamiento de la obesidad lo dirija un equipo multidisciplinar dirigido por un endocrino junto con cirujanos expertos en cirugía de la obesidad, como hacemos en el Hospital Cruz Roja de Córdoba. Y sobre todo, no se debe acudir a centros dietéticos o estéticos cuando verdaderamente lo que existe es una enfermedad como la obesidad.
¿Qué riesgos tiene la enfermedad?
Una cantidad alta de grasa corporal incrementa la probabilidad de padecer problemas de salud, siendo el principal riesgo el cardiovascular, el aumento de cardiopatía coronaria, además del riesgo de hipertensión y de diabetes.
Además, la asociación entre obesidad y algunos tipos de cánceres es cada vez más evidente. Cáncer como el de colon, mama, endometrio y ovarios, presentan una fuerte asociación con la obesidad.